CAPÍTULO II

Posted by Grupo DIH Falun Dafa | Posted in | Posted on 11:56

PERSECUCION EN CHINA

¿POR QUE?

  Después de la Masacre de Tiananmen (puerta de la paz celestial), China quedó en manos de Jiang Zemin, nuevo líder del Partido comunista. Ante la crisis surgida en el seno del PCCH por la aplicación de reformas políticas, que para los lideres veteranos eran peligrosas para la hegemonía del partido, dieron marcha atrás a una década de cambios promovidas por esos mismos líderes.

  La práctica de Falun Gong comenzó en 1992 y en tan solo siete años logró tener más seguidores que el Partido comunista, propagándose rápidamente por toda China inmediatamente después de la trágica represión en Tiananmen, el colapso de la Unión Soviética y la pérdida del control del comunismo en Asia central y Europa del este. El Partido en China tuvo miedo de un colapso similar, de una pérdida del control.

  Falun Gong antes de ser prohibido, de acuerdo a un cálculo gubernamental tenía 70 millones de seguidores, ese mismo año el registro de los militantes del Partido comunista era de 60 millones. Solo en Pekín, antes de la prohibición había más de 2000 sitios de práctica de Falun Gong. Los practicantes se encontraban por doquier, en todos los niveles de la sociedad y el gobierno e incluso dentro de los cuadros del Partido comunista chino.

  Cuando el Partido vio a decenas de millones de sus connacionales comprometerse públicamente en un sistema de ejercicios basado en creencias espirituales, completamente divorciados del comunismo, sus líderes fantasearon que Falun Gong era el motor de su destrucción. Volvió a un grupo de inocentes en enemigos e ideó una campaña en contra de algo imaginario.

  En cuanto al trato injusto de un inocente en casa, el régimen comunista chino es mucho más que otras tiranías. Escoger los enemigos varía de país a país, pero el resultado siempre es el mismo: los inocentes sufren lo que los déspotas quieren mientras permanezcan en el poder. Es una forma de paranoia que José Stalin y Mao Tse Tung ya habían demostrado, el Partido comunista necesita un enemigo para justificar su permanencia en el poder con el uso de la fuerza y Falun Gong tuvo la mala suerte de ser muy popular y estar disponible para llenar el hueco de enemigo.

  Se presenta otra situación en cuanto a que la comunidad de Falun Gong sigue los principios, en resumen, de Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Nadie que crea en estos principios puede considerarse un enemigo, pero para un régimen cruel, represivo y deshonesto, al parecer sí.


INTRODUCCION A LA PERSECUCION


  El 25 de abril de 1999, más de 10,000 practicantes de Falun Dafa se reunieron de forma legal y pacífica, en Beijing, en las afueras de Zhongnanhai, el complejo de edificios gubernamentales chino. Esta asamblea tomó lugar debido a informes anteriores de violencia y hostigamientos por parte de la policía china hacia practicantes de Falun Dafa en la ciudad de Tianjin. También fue instada por la prohibición de la publicación de materiales de Falun Dafa. La manifestación de esta multitud fue pacífica y ordenada, y después que algunos de los partícipes presentaron su caso ante el señor Zhu Rongji, Premier del Concilio Estatal Chino, todos volvieron tranquilamente a sus hogares.


  Es claro que este evento alarmó al gobierno chino, que no preveía que tantas personas pudieran reunirse tan rápidamente en el corazón de la capital. Desde el incidente de Tiananmen en 1989, con un sinnúmero de estudiantes de Beijing, jamás se habían reunido tantas personas para apelar al gobierno, y desde luego, la reacción del gobierno fue tomar una acción rápida y brutal.

  La noche del 19 de julio de 1999, la policía allanó violentamente las casas de cientos de practicantes, y los arrastraron a las cárceles. Al día siguiente, Falun Dafa fue oficialmente declarado ilegal en China. De allí en adelante, el gobierno organizó una campaña masiva para reprimir y destruir a Falun Dafa.

  En Pekín, la dirección del partido reaccionó violentamente al ver a decenas de millones de ciudadanos participando públicamente en una forma de ejercicios, que tenían un sistema de creencias subyacentes diferentes del comunismo. Los ejercicios se imparten de manera gratuita, en cualquier lugar y momento, tan a menudo como el practicante lo desee, solos o en grupos, al interior o al aire libre, la naturaleza amorfa de la disciplina conlleva que sea imposible de controlar y que no sea una organización.

  La denigración temprana de la práctica por parte de elementos del Partido Comunista, buscando prohibirla, condujo a apelaciones y protestas por parte de los practicantes, coordinados a través de Internet y teléfono celular. La nueva movilización molestó a los dirigentes del partido en Pekín. Para ellos, la victimización de los practicantes de Falun Gong se convirtió en un delito muy fácil de salirse con la suya en casa y en el extranjero, que hacer lo mismo con grupos espirituales mejor conocidos a nivel internacional. Los practicantes de Falun Gong son a menudo personas sin conexiones con Occidente o con lenguas occidentales. La incitación al odio contra ellos, desde hace más de una década, en los medios estatales del partido ha tenido consecuencias trágicas.

  Un dilema para Jiang Zemin, como presidente de China en 1999, no era solamente que Falun Gong fuera auténticamente chino y se extendiera por todo el país entre los ciudadanos de todas las regiones, incluso miembros del partido, sino también que el marxismo como una importación ideológica occidental a China es claramente extranjero. Los comunistas vieron que una filosofía netamente china labraba el porvenir en las mentes de gran parte de la población, que aún permanecía en el suelo donde se sostenían. Tolerar a Falun Gong, probablemente habría conducido a la desaparición en lo ideológico de la presencia del partido que aún permanecía en las mentes del pueblo chino.

  Había normas de conducta en Falun Gong que ofendieron a algunos dirigentes del partido. Decenas de millones de personas promoviendo y viviendo de acuerdo a la compasión y la verdad, no era la visión absolutista de Jiang. En un memorándum enviado en abril de 1999, a los miembros permanentes del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, Jiang escribió: ¿Es posible que el marxismo de nuestros comunistas, el materialismo, el ateísmo, en lo que creemos realmente le puedan ganar a lo que difunden los practicantes de Falun Gong? En resumen, temía al ridículo general del partido.

  Por temor a Falun Gong, el partido lo ha reprimido como un rival con una brutalidad salvaje continua. La tortura, la violación, las palizas hasta la muerte, la detención en campos de trabajo forzado, lavado de cerebro, todo esto se ha convertido en el pan de cada día de muchos practicantes de Falun Gong en China.

  Hasta ahora, los practicantes de Falun Gong son los dos tercios de las víctimas de tortura y la mitad de los detenidos en los campos de “reeducación por el trabajo” en toda China. Los documentos anuales de ejecuciones arbitrarias y desapariciones de practicantes de Falun Gong, exceden al total de todos los otros grupos de víctimas del partido. Desde 2001 miles de practicantes han sido asesinados por sus órganos vitales, víctimas del tráfico de órganos para ciudadanos chinos o extranjeros. Continúa hasta hoy la extirpación de órganos a los practicantes de Falun Gong a gran escala, desde 1999, el gobierno chino y sus organismos en muchas partes del país, en particular los hospitales pero también centros de detención y ‘tribunales populares’, asesinaron a un gran número pero desconocido de presos de conciencia de Falun Gong. Sus órganos vitales, incluyendo riñones, hígados, córneas y corazón, fueron extraídos sin su consentimiento para venderlos a precios elevados, a veces a extranjeros, quienes normalmente tienen que esperar mucho tiempo para donaciones voluntarias de tales órganos en sus países de origen.”


FORMAS DE PERSECUCION

  La represión de Falun Gong comenzó en Julio 1999, y ha sido inexorablemente brutal. Hoy en día aproximadamente 50.000 Practicantes de Falun Gong han sido aprisionados y por lo menos 10.000 han sido sentenciados a labor forzada. Por lo menos 250 practicantes han muerto cuando en custodia de la policía.

  Desde el primer día de la persecución, el régimen prohibió todos los libros y todos los materiales informativos que informaban positivamente sobre Falun Gong. Todos los sitios de Internet relacionados con la práctica fueron bloqueados inmediatamente. Millones de libros de Falun Gong fueron confiscados por la fuerza y quemados en público. El régimen temía que la gente pudiera saber, si es que ya no lo sabía, que Falun Gong era una forma de vida.

  Junto con la censura, el partido buscó difamar a Falun Gong mediante un agresivo ataque de propaganda. El régimen estaba decidido a proyectar a Falun Gong como peligroso, desviado y anormal.

  Las instituciones psiquiátricas en China han torturado a los practicantes de Falun Gong desde el comienzo de esta persecución. En su perversión de la función que juegan los doctores y enfermeras, ahora el abuso de inocente personas ha llegado a ser una rutina, convirtiendo los hospitales en prisiones y cámaras de tortura donde se ejecuta tales torturas que serían aún así ilegales de ser cometidas por la policía en las prisiones con el propósito de castigar a los criminales. La escala de este abuso está creciendo rápidamente. Más de 600 practicantes de Falun Gong han sido detenidos in hospitales psiquiátricos. A la fecha, la Organización de Derechos Humanos de Hong Kong ha reportado cerca de 1.000 casos de abusos de la psiquiatría en la persecución de Falun Dafa en China. El gobierno Chino ha expedido un decreto para erradicar Falun Gong. En un atento por destruir la voluntad de los practicantes de Falun Gong, más y más centros de salud mental y médicos se han alistado a sentenciar estas inocentes personas.

  Diariamente se reciben noticias horríficas de abusos tales como: el uso de medicamentos y de otras substancias como castigo. A veces medicamentos son dados a más altas dosis que las usadas terapéuticamente, con consecuencias devastadoras e irreversibles; agujas de acupuntura eléctricas son insertadas en la piel y bien adentro de los músculos, produciendo un dolor agudísimo; algunos son atados a las camas y se les fuerzan medicamentos a través de tubos nasales, otros son atados en posiciones dolorosas por largos períodos de tiempo, y aún otros son electrocutados repetidamente con bastones eléctricos, etc. Estos casos de abuso de psiquiatría violan todos los derechos de los pacientes estipulados en la Declaración de las Naciones Unidas, Asamblea del 1948, que China ha firmado.

  El trabajo forzado es trágicamente tan común hoy día, pero sólo el partido-estado chino lo usa para castigar y reprimir a sus ciudadanos. Cualquier chino puede ser enviado a un campo sin ningún tipo de juicio en auto de formal prisión por un máximo de cuatro años con la firma de un policía. No hay apelación posible. Mao en los años 50 copió muy de cerca el modelo de campo de trabajo instituido en la Rusia de Stalin y la Alemania de Hitler, que sólo hoy día continúa en China.

  En China, sólo los reclusos de Falun gong en los campos son usados como bancos de órganos vivos a ser extirpados para venderlos a extranjeros o ciudadanos chinos. Se requieren exámenes médicos previos para que los órganos puedan coincidir con los receptores, pero solo los prisioneros de Falun Gong dentro de la población de los campos son examinados médicamente con regularidad. Calculando 340 campos en toda China en el 2005, más de 300,000 “trabajadores” se esfuerzan en condiciones inhumanas por más de 16 horas diarias sin ningún sueldo, produciendo una gran variedad de productos de consumo, la mayoría para exportación en una flagrante violación a las normas de la Organización Mundial de Comercio.

  Miles de personas han sufrido, en carne propia los métodos de tortura más inhumanos que puedan existir. Descargas con bastones eléctricos en el cuerpo, estar colgados por varias horas o días, quemaduras en las partes privadas y sensibles, estar desnudos por mucho tiempo a la intemperie en el crudo invierno o en el sofocante calor del verano, estar confinados en celdas muy pequeñas donde sólo se puede estar agachado todo el tiempo sin poder moverse, alimentación forzada metiéndoles un tubo por la garganta, incrustaciones de palillos de bambú en las uñas.

  Bajo custodia, los practicantes de Falun Gong reciben golpizas brutales, a veces causando su muerte. El uso de diferentes dispositivos para golpearlos ha sido documentado entre algunos casos conocidos: palos de Madera, barras de acero y metal, látigos hechos de alambre de cobre, astillas de bambú, picanas eléctricas, tablas de madera, juncos, cables de acero grueso, látigos de soga y látigos de cable eléctrico.

  La alimentación forzada es un método muy usado contra los practicantes, y ha sido causante de muerte del 10% aprox. de todos los casos documentados. La alimentación forzada normalmente la realizan empleados del campo de trabajo quienes no tienen entrenamiento médico, o a veces por reclusos criminales quienes son forzados a ayudar. Tubo de goma sucios son introducidos en la nariz del practicantes hasta el estómago, a menudo causando daño o ruptura del tejido; a veces el tubo entra en los pulmones. El “alimento” es casi siempre algo irritante, como salmuera concentrada, aceite con ají picante, agua hervida, detergente, o incluso heces humanas.

  En el calabozo de agua, el detenido pasa varios días en una oscuridad total dentro de una jaula pequeña inmersa en agua hasta el pecho. A menudo el agua viene de las cloacas servidas. Algunos detenidos han muerto en tales condiciones, mientras que otros se han vuelto locos por esta tortura.

  Las picanas eléctricas de alto voltaje se usan para electrocutar a los practicantes en sus áreas sensibles y privadas como también dentro de sus bocas, en el tope de su cabeza, genitales, nalgas, etc. A veces usan varias picanas a la vez en diferentes partes del cuerpo. Las víctimas dicen que sienten un olor a carne quemada que inunda el aire durante la tortura.

  Las mujeres son encerradas desnudas en celdas llenas de delincuentes varones para ser violadas varias veces, obligándolas a abortar, desnudas las golpean en sus partes sensibles o les dan descargas eléctricas, con bastones eléctricos caseros.

  Los niños han sufrido la destrucción de su familia, muchos de ellos han quedado huérfanos y en la calle, porque sus padres han muerto torturados.

  Los practicantes de Falun Dafa han encarado crueldades inimaginables. Miles han muerto bajo custodia policíaca por las torturas y golpizas recibidas no solo por los policías, sino también por sus compañeros de celda, quienes son recompensados por matarlos. Miles han desaparecido por años, después de ser arrestados por la policía china, nadie sabe de su paradero. Miles han sido encerrados y sentenciados a largas condenas en campos de trabajo forzados, donde la mayoría construye, diseña o hace productos para compañías multinacionales, sin recibir nada a cambio, más que golpes y castigos si no cumplen con su tarea diaria.

  Sea en campos de trabajo forzado, cárceles o centros de reeducación, todos los practicantes de Falun Gong han sido forzados a soportar lo que solo puede describirse como lavado de cerebro. El objetivo del partido comunista es forzar a esta gente a renunciar a sus creencias espirituales y a creer que Falun Gong es peligroso, además de delatar a otros que estén activos en resistir la persecución.

  Los ingredientes claves del proceso de lavado de cerebro, o lo que el partido llama "transformación", es la privación del sueño, horas de proyección de videos que difaman a Falun Gong, amenazas y las "sesiones de lucha" del estilo de la Revolución Cultural. A algunas personas particularmente "tercas" que se rehúsan a ser transformadas se les inyectan drogas psicotrópicas como tratamiento para el desorden mental del "pensamiento políticamente incorrecto"


PERSONAS AFECTADAS

Desde julio de 1999 hasta el presente, se calcula que;

- Más de 100,000 practicantes de Falun Dafa han sido detenidos y arrestados ilegalmente.

- Más de 100,000 han sido enviados a campos de trabajo forzado sin pasar por un procedimiento legal.

- Más de 6,000 han sido sentenciados ilegalmente a prisión.

- Miles han sido confinados a hospitales mentales cuando tal acto es condenado por la Asociación Mundial de Psiquiatría.

- Millones han quedado desamparados, desempleados o expulsados de sus escuelas.

- A la fecha, se han confirmado muertes bajo custodia policíaca. Según datos de la ONG Misión Global para el Rescate de los Practicantes de Falun Gong Perseguidos, el número real de muertos podría ascender a 20,000.

  La persecución de Jiang ha destrozado un gran segmento de la sociedad china, la cual incluye a campesinos, académicos, negociantes, oficiales del gobierno, personal militar, etcétera.



COMPLICIDAD EN CHINA


  Dicha persecución ha sido bien documentada desde el mismo comienzo por los relatores de Derechos Humanos de Naciones Unidas y los principales organismos internacionales de derechos humanos, como Amnesty Internacional. No obstante, los gobiernos del mundo, incluyendo a las principales potencias, han mantenido un silencio cómplice hasta el día de hoy al servicio de los intereses y las presiones comerciales del régimen chino, sometiendo a estos la dignidad de nuestros pueblos.

  La complicidad se manifiesta en diversos aspectos. Por ejemplo, muchos de los productos baratos que llegan en grandes cantidades desde China, que están destruyendo industrias locales de los países del Mercosur -como las industrias de juguetes, textiles y otras-, son producidos por el trabajo esclavo de cientos de miles de practicantes de Falun Dafa encerrados ilegalmente en campos de trabajo forzado, donde se los obliga a trabajar entre 16 y 20 horas diarias, sin pago, bajo condiciones infrahumanas y torturas.

  Los gobiernos occidentales adoptaron una ilusa “política de compromiso”, seduciéndose a sí mismos a creer que el “compromiso mejorará la democracia, aumentara los derechos humanos y generará una clase media en china. “La inversión es buena para china”. Sin embargo, el incentivo real para los inversores occidentales es la mano de obra barata.

  Mientras el PCCH produce esta esclavitud moderna, muchos inversores occidentales recogen las “ganancias” que genera. La ilusa política de compromiso de los gobiernos occidentales abrió una compuerta hacia china para que las corporaciones multinacionales operen de manera irresponsable, deshonesta e ilegal en sus propios países.

  En la última Asamblea General del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el relator para la Tortura, Manfred Nowak, y la Relatora para la Libertad Religiosa, Asma Jahangir, presentaron en sus informes la reiteración de sus apelaciones al régimen chino por los alegatos de sustracción sistemática de órganos a practicantes de Falun Dafa detenidos. Según los alegatos, alrededor de 41.500 trasplantes fueron realizados en China utilizando órganos vitales de practicantes de Falun Gong extraídos en forma involuntaria. Los practicantes detenidos conforman un banco de órganos vivos para trasplantes con fines lucrativos, y son asesinados luego de las extirpaciones. La amplia mayoría de los receptores de los órganos han sido extranjeros.

Comments:

There are 0 comments for the "CAPÍTULO II"

Publicar un comentario